21 enero 2009

En La Quiaca Hambre contra el hambre

Entrevista con el premio Nóbel Adolfo Pérez Esquivel
Cerca de 400 personas de la ciudad argentina de La Quiaca iniciaron una huelga de hambre para denunciar la situación de indigencia en la que están viviendo. Al hambre, se suman graves problemas de salud, producto de la contaminación con mercurio y cianuro, utilizados durante el proceso de explotación minera. En "La Quiaca comienza la Argentina", dice el sacerdote español Jesús Olmedo quien lleva décadas trabajando en la zona. Esta población ubicada en la provincia de Jujuy, al norte de Argentina, se encuentra entre las más pobres de ese país. Ahora, un grupo de habitantes ha considerado que el hambre y elabandono han llegado al límite y han decidido actuar.
Desde hoy, 400 personas, muchas de ellas, mujeres, se han declarado en una huelga de hambre que, según palabras del premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, pretenden llevar hasta las últimas consecuencias. Su situación es desesperada y las autoridades, aunque han prometido ayudarlos, en poco o nada han contribuido a solucionar la situación. Pérez Esquivel afirma: "la única respuesta que hay del gobierno provincial y del municipio ha sido la represión. En el mes de junio fueron castigados con gases lacrimógenos, los encarcelaron y además han despedido a muchos trabajadores del municipio".
La miseria en medio de la riqueza En La Quiaca la gente tiene hambre y vive en la miseria a pesar de estar ubicada encima de importantes yacimientos de oro, plata y cobre. No obstante, como denuncia el Premio Nóbel, esos recursos no llegan a la gente. Pero además, generan un grave problema de salud pública pues, en su proceso de extracción, las compañías mineras utilizan químicos altamente contaminantes. La poco agua que hay en la región es utilizada y contaminada por las empresas auríferas, denuncia Pérez Esquivel.
Los manifestantes piden, además, la realización de obras de infraestructura que mejoren los accesos a esta región fronteriza con Bolivia. También exigen que se revierta un decreto que les prohíbe comprar productos de primera necesidad en el país vecino, que son mucho más baratos y más próximos que en Argentina. El premio Nóbel de la Paz aboga finalmente por el fin del hambre en su país, un país productor de alimentos, en donde,según informes de UNICEF,mueren cada dia,25 niños por inanición.
Escuche la Entrevista en Radio Centenario. Fuente Radio Nederland Entrevista de Luisa Fernanda López 13-01-2009

centenariolaquiaca@hotmail.com

13 enero 2009

El boxeador Luis Angel Firpo en La Quiaca

La mañana del 15 de febrero del año 1925 parecía ser una mas, pero nadie imaginaria que quedaría sellada en el recuerdo de los quiaqueños a pesar del paso del tiempo. Las crónicas cuentan: “que ese día La Quiaca amaneció con un cielo limpio, con una temperatura agradable, con algo de humedad después de la lluvia del día anterior. Al mediodía cerca de las barracas del ferrocarril se puede observar y escuchar a un puñado de parroquianos que levantan sus brazos, se sacan los sombreros, sin duda algo les esta llamando la atención a este grupo que poco a poco se esta convirtiendo en multitud. Nos acercamos y podemos observar que las autoridades municipales están dando la bienvenida al ilustre visitante que es nada mas y nada menos que el legendario boxeador argentino, Luis Angel Firpo, que viene de disputar un memorable combate por el titulo pesado ante el estadounidense Jack Dempsey, en el Polo Ground de Nueva York, el 14 de septiembre de 1923 ante unos 100 mil espectadores. El “Toro Salvaje de las Pampas” saco al “Carnicero de Manassa” fuera del ring con un gancho de derecha y allí estuvo unos 17 segundos antes de reincorporarse y volver al cuadrilátero, ante la pasividad del referí. Y a pesar de la derrota sufrida por Firpo por nocaut en el segundo round, el pleito quedo en la historia del pugilismo por el cual desde esa fecha la actividad pugilística fue admitida en la Argentina”.
Mas adelante la crónica sigue diciendo: “después de este recibimiento al caer la noche una tormenta eléctrica sacudió la inmensidad de la puna. Esa misma noche Luis Angel Firpo seria huésped de honor en las flamantes instalaciones del Banco de la Nación Argentina, edificio inaugurado en el año 1923.”. A pesar de los 84 años que han pasado de esa visita fugaz de Firpo a la ciudad de La Quiaca, aun hoy muchos lo tienen presente en la memoria colectiva del pueblo.